«¿Te acuerdas la primera vez que te vi? No me imaginé que me enseñarías a amar. ¿Recuerdas la primera vez que fuiste a mi casa?, ¿te acuerdas de las ganas muriéndose de ganas de besarnos? Nos contuvimos tanto para no fallar, ¿lo recuerdas? Al final fallamos, pero ganamos un beso de película.
A pesar de todo, nuestra historia no fue tan mala.
Algunas cosas no son eternas, tú y yo nunca lo seremos.
No podías quedarte. Me costó mucho aceptarlo, en este punto todavía no lo acepto y por eso le escribo a tu recuerdo. Es difícil hacer como si no importara, cuando lo único que quiero es dibujar tu sonrisa y demostrarte que no es tan difícil que seas feliz.
¿Te acuerdas de nuestra pequeña conexión? Hiciste tantas cosas que pensabas no hacer, y yo me enamoraba de tu cabello y de la forma en la que entrelazábamos los dedos.
Casi sin querer te amé, casi, porque pude no entregarme y quise hacerlo. Valía la pena que me rompieras el corazón.
PD: No sé qué amé más, si la rosa o las espinas, o tal vez las amaba por igual.»