A veces ponerse en la piel de un dolor ajeno a nosotros no es fácil… así como tampoco es menos difícil atravesar por situaciones penosas. A 9 días de haber comenzado este nuevo año el cual como todo nuevo ciclo estaba lleno de esperanza y positivismo, recibimos un duro golpe; estocada la cual nos tomó por sorpresa… Nuestro hijo de 4 patas, el mayor de los 3, falleció abruptamente de un paro cardíaco producto de una insuficiencia renal de la cual no teníamos ni idea que padecía. No se si habrán personas que pensarán que es una tontería llorar o sufrir la pérdida de una mascota pero para mi esposo y para mi era más que eso y definitivamente no es algo que pueda pasar por menos. Este noble y amoroso ser era un miembro fundador de nuestra pequeña familia y recibimos de él más amor del que pudimos soñar en ofrecerle. Este ser lo considerábamos un hijo y perderlo se siente como si hubiera perdido un pedacito de mi corazón.
Cómo voy a extrañarlo! Ojalá este dolor que sentimos se transforme más pronto que temprano en regocijo por haber tenido la dicha de haber contado con su amor, nobleza y compañía.
Siempre te amaremos “Ño”! Hasta el otro lado del arcoíris 🐾🌈✨💜
#ElNorteSiempreRecuerda